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lunes, 20 de julio de 2015

Reflexiones

“Ser maestro es más que una misión, es una vocación”.  Esta frase la hemos escuchado en muchas ocasiones y cuanta verdad encierran esas palabras. El ser maestro no es solo transmitir un conocimiento, va más allá, es inculcar valores, disciplina, principios, el desarrollar las capacidades del alumnado a través de competencias (genéricas y disciplinares), entre otras muchas cosas. Una labor rica en contenido, trabajo y dedicación  que en algunos casos es poca reconocida, pero gratificante, cuando vemos en el transcurso del tiempo aquellos alumnos convertidos en profesionistas, padres o madres de familia de bien, que mejor reconocimiento, a través de esas personas nos convertimos en maestros de la Nación.


Maestros dedicados y entregados a actualizarse, a buscar mejores maneras para llevar el conocimiento a las aulas, docentes que buscan asirse de la tecnología como una herramienta más cercana al alumno y que les permita contribuir al desarrollo integral del estudiante. Muestra de ello, es nuestra actualidad en la que creamos páginas, para subir información, ya no solo para nosotros, sino para compartirla con aquellos profesores que están en el mismo camino que es la Educación y que actualmente nos demanda ser mejores en todos los sentidos, y muestra de ello, de manera personal, es el portafolio de evidencias, una herramienta que nos ayuda a contribuir a la auto-mejora, no solo observamos el avance con hechos, documentos (guías de observación, secuencias didácticas, rúbricas, etc.) del alumno, sino también, el propio avance como maestro. El portafolio de evidencias, se ha venido a constituir como la biblia personal del educador, pues la mayoría de las respuesta se encuentran ahí, ¿cómo se impartió la clase?, ¿qué avances se han generado en el alumno en un tema especifico? , ¿què estrategias educativas han funcionado y cuáles no?, etc. Es como si se observara el trabajo docente bajo una lupa que escudriña al grupo, al alumno y al propio maestro. Con la diferencia, de que en el propio observador, se encuentran respuestas positivas para la propia acción. Es tener un bagaje de elementos que combinados , muestran una pintura en la cual se puede observar si alguna sombra o color no coincide con el resto de la imagen creada, dando pie, a crear nuevas pinceladas para lograr creación perfecta, transmitir y asirse el alumno del conocimiento.


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